Nos encontramos al día siguiente a tomar sol, ya que el día estaba espléndido para disfrutar de él al aire libre. No era que no teníamos ocupaciones, por mi parte gozaba de vacaciones pero me hacía tiempo para actividades extra que me mantenían ocupada, y las chicas, tenían unas horitas libres entre su jornada laboral.
Un amigo de Ingrid tenía un velero y, oh! casualidad, estaba en el puerto, muy cerca de nosotras.
Ingrid lo reconoció, y como quien no quiere la cosa, nos acercamos.
Lógicamente y como era de esperarse, terminamos arriba del velero, pero Dorotea comenzó a sentirse mal y se descompuso.
Se descompuso al igual que el tiempo, y muy lejos de la costa, una nube gris se hizo dueña del cielo en muy poco tiempo.
Lamentablemente, siempre en este lugar, el clima variaba en tan solo unas pocas horas, y había que estar atentos. La adversidad del clima hacía del miedo nuestro único síntoma.
Colapsadas por el estupor...
Opciones:
1) Si a Serrat no se le ocurre nada, a mí tampoco ahora.
2) Ídem a la 1
Volver al inicio para tomar otras decisiones.