A la escuela
(Relato de un estudiante)
La noche anterior casi no había dormido. Me puse a chatear, aprovechando que mi vieja dormía, y para cuando me dí cuenta eran más de las 5 de la mañana.
Apagué la compu, me fui a acostar sin hacer ruido y me hice el dormido cuando me vino a llamar.
Desayuné y fui a la parada de transportes, comenzando a tomar conciencia que me caía de sueño.
Subí al colectivo y, por suerte, conseguí un asiento al lado de la ventanilla.
Tenía ganas de dormitar para quitarme la modorra, pero tenía miedo de pasarme de la escuela.
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