La ranita brinca por la pradera, y al pasar por detrás de una vaca, no nota que ésta ha levantado el rabo.
La vaca comienza a eliminar su excremento y ¡plaf, plaf, plaf!... la torta de la vaca le cae encima.
- ¡Eh, vaca... me cagaste!
- No me acuses sin motivo, porque ni te ví. Debieras tener más cuidado y mirar por donde vas a pasar. Si tu no te cuidas, no esperes que los demás lo hagan.
- Te abusás porque sos más grande.
- Si me abusara te pondría una pezuña encima, pero no soy agresiva. Tengo unos parientes, los Miuras, de los que algunos humanos dicen que son agresivos, pero eso es porque los someten a malos tratos.
- ¿Los cagan?
- Jajaja.
FIN
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